Durante estos veinte años de tarea docente confirmo cada día que acompañar a niños y jóvenes en esta sociedad convulsionada, llena de conflictos y vacía de valores se puede educar, acompañar y prestar oído a los alumnos que hoy claman por ser escuchados, apreciados y tenidos en cuenta.
Todo esto posibilita y hace mi tarea más placentera y que los tiempos se acorten; regreso a casa con muchas inquietudes, cansada del trabajo que implica no sólo lo pedagógico sino también lo social pero feliz.
Mi jornada concluye con mucha satisfacción de la tarea cumplida de la mejor manera posible.

1 comentario:
muy bueno :D saludos estudien !
jaja emanue :P
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